Nuevos medios de movilidad en las grandes ciudades y en los barrios cerrados

Desde hace algunos años otros medios de movilidad, tales como monopatines o bicicletas eléctricas, se han incorporado a la circulación tanto en ciudades como en barrios cerrados, lo cual genera desafíos y nuevas reglamentaciones para que no haya accidentes de tránsito.

Los problemas de movilidad en las grandes ciudades del mundo son cada vez mayores y nuestro país no es la excepción. Por tal motivo, diferentes fabricantes vienen desarrollando propuestas de movilidad eléctrica, como monopatines y bicicletas, entre otros, con el doble objetivo de solucionar los problemas de traslado y, de paso, impactar lo menos posible contra el medio ambiente.

Los monopatines y bicicletas eléctricos resultan ideales para evitar congestionamientos y demoras de tránsito, permitiendo a sus usuarios hacer un uso más eficiente de su tiempo y a un costo bajo. Es por eso que las nuevas formas de pensar las ciudades ubican a este tipo de vehículos en primer lugar como un medio para recorrer distancias medianas. Otra cuestión a destacar es que son pequeños, plegables y fáciles de subir al transporte público.

Esta tendencia se intensificó con la llegada de las compañías de alquiler. La propagación de los monopatines eléctricos fue muy rápida A fines de 2017, un ex ejecutivo de Uber abrió su propia empresa dejó una gran cantidad en las calles de Los Ángeles. Lo hizo de la noche a la mañana siguiente. Las personas se encontraban con esos dispositivos nuevos, los alquilaban por minuto, los pagaban con tarjeta de crédito y cuando los terminaban de usar, los dejaban en cualquier parte. No había estaciones o terminales, como con las bicicletas. Esto generó una explosion en su consumo.

Igualmente, tanto en EE.UU como en varias ciudadades de Europa, la política hacia los monopatines y las bicicletas eléctricas se fue endureciendo. Por ejemplo, en abril de este año, El 89% de los parisinos votaron en contra de este servicio de alquiler en sus calles. En ninguno de los 20 barrios de la capital ganó el Sí.

Como dijimos, esta tendencia también llegó a los países de Latinomérica. Así, varias empresas desembarcaron en Montevideo, Santiago de Chile, México, Río de Janeiro, Bogotá, Lima, San Pablo y Buenos Aires.

En nuestro país, en 2019, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) dictó una disposición que establece que los monopatines eléctricos sólo pueden circular por las ciudades (calles y avenidas), siendo la velocidad máxima 30 km/h y la utilización del casco es obligatoria. Además, este tipo de vehículos deben poseer un sistema de freno que permita una detención total del mismo e iluminación delantera y trasera. Esta nueva disposición aclara que se prohíbe su uso a menores de 16 años y que sólo podrá circular una persona, sin acompañante. Por otro lado, establece que para todas aquellas jurisdicciones que se encuentren adheridas a las leyes nacionales Nº 24.449, Nº 26.363 y sus normas reglamentarias, será aplicable el régimen de sanciones y faltas establecidas por las mismas. Es importante aclarar que este nuevo marco de regulación, se debe a que estos tipos de vehículos no eran contemplados en la Ley Nacional de Tránsito 24.449, a diferencia de otros de las bicicletas y motos eléctricas.

También hubo disposiciones y reglamentaciones a nivel local y municipal. En la Ciudad de Buenos Aires, este tipo de vehículos se reglamentó en 2019. Lo mismo sucedió en Rosario (Santa Fe) en la que Concejo Municipal de esa ciudad publicó una Ordenanza municipal en diciembre de 2020, que busca “estimular el uso adecuado de estos dispositivos de movilidad personal.”

Por otro lado,el uso de monopatines eléctricos se ha hecho común en los barrios cerrados, ya que a sus habitantes les brinda la posibilidad de moverse sin usar el auto. En estos lugares, la seguridad vial tiene sus particularidades porque la mayoría de las urbanizaciones no hay veredas y, entonces, la calle es compartida por peatones, ciclistas, monopatines y vehículos.

Para concluir, entre los expertos hay dudas, en especial desde la seguridad vial, ya que estos nuevos medios de movilidad poseen un equilibrio precario y son silenciosos. Es por eso que muchas personas y ancianos pueden cruzar la calle sin escucharlas y tener un accidente.

En definitiva, se trata de abrir el juego a otros actores, en el ya complicado tránsito de las ciudades, donde los peatones y ciclistas son los eslabones más frágiles.

*Agradecemos la colaboración y la fuente de información a Ulises Kandiko, Gerente de Seguridad de Kentucky Club de Campo (Rosario)